Arte y Ciudadanía Ambiental ¿Cómo se relacionan estas palabras?.
El arte es una forma de expresión, un lenguaje, es una herramienta que por medio de la estética nos sirve para expresar o comunicar algo (sentimientos, puntos de vista, pensamientos), etc… capaz de persuadir la conciencia o el subconsciente de los seres humanos. Por esta razón debemos aprovecharla al máximo dado que su aplicación estimula la sensibilidad y la creatividad permitiendo que miremos más allá de lo obvio.
El arte desde un enfoque ambiental suscita a sensibilizar al ser humano sobre el uso responsable y sostenible del medio ambiente, permitiéndonos compenetrarnos con nuestro planeta, ya que no somos autosuficientes, ni autónomos y no podemos vivir sin los beneficios que nos aporta, somos parte de ella y debemos cuidarla y que mejor manera que educando y creando un conciencia responsable y activa a los hombres de ahora y los niños y niñas del mañana.
Ciudadadanìa ambiental es una construcción social activa, donde los seres humanos entran en una relación reciproca con su medio ambiente.
Un buen ciudadano ambiental es el que de manera responsable ayuda a la conservación del medio ambiente y pensando en las futuras generaciones. Para ser buenos ciudadanos ambientales debemos reflexionar críticamente sobre la necesidad de asumir posiciones y realizar acciones para la transformación de nuestra sociedad.
Inicialmente los países del mundo deben entender que el medio ambiente no tiene delimitaciones naturales que la ciudadanía ambiental no debe tener fronteras debe ser global porque todas las acciones (buenas o malas) que recaigan sobre el medio ambiente de una u otra forma recaerán sobre todos los seres humanos.
Como ciudadanos ambientales y futuras maestros (as) tenemos la responsabilidad de formar estudiantes participativos, críticos, con valores éticos y morales, que conozcan y asuman sus deberes ambientales y derechos.
El propósito de la ciudadanía ambiental además de sensibilizar es modificar actitudes y proporcionar nuevos conocimiento y criterios para promover la participación directa y la práctica comunitaria en la solución de los problemas ambientales que aquejan nuestra sociedad.
La escuela es el espacio propicio para llevar adelante estas acciones, en donde se puede aprender a actuar partiendo de realidades socio-ambientales vinculadas directamente a las condiciones de vida locales.
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